Involucrarse en la representación sindical de los y las compañeras, cualquiera sea la actividad, significa un acto de democracia que durante años pasados, fue el símbolo de las épocas más oscuras de nuestro país. Aquello costó mucho tiempo de lucha y conquistas para recuperar lo que se le había arrebatado al movimiento obrero, que consistía en la libre elección de sus representantes.

Lo ocurrido en la empresa “Las Medialunas del Abuelo”, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde próximo a un proceso eleccionario de delegados ocurrieron nefastas prácticas anti-sindicales, las cuales llegaron al punto de amedrentar a los candidatos en sus domicilios personales en presencia de sus familias, es un ejemplo más de la cobardía de personajes que le temen a la libertad electoral y optan por desempolvar aquellas viejas y oscuras prácticas.

La representación sindical es un profundo acto de solidaridad colectiva. Y atentar contra ella, es pergeñar un pasado que creíamos erradicado. El Modelo Sindical Argentino es ícono mundial por sus características representativas y de organización. No por los débiles cobardes que pretenden doblegarlo.

A Panaderos le llama enfáticamente la atención, la liviandad y silencioso proceder de la gerencia de la reconocida firma, ya que evadir la condena a estos actos, los hace imperturbables garantes de estas prácticas desleales.

FAUPPA repudia el accionar oscuro y anti-sindical, así como también se coloca a disposición de los damnificados para –conjuntamente- buscar en la Justicia una respuesta que castigue los actos inmorales y reconozca la voluntad de los y las trabadoras Panaderas.

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